La luz de Wood, o luz negra, es un subtipo de luz ultravioleta de onda larga (entre 320 – 400 nm). A pesar de ser invisible para el ojo humano, algunos objetos al ser iluminados pueden emitir luz, un fenómeno conocido como fosforescencia o fluorescencia.
En Dermatología, la luz de Wood se utiliza como una fuente de luz que se aplica sobre las lesiones. Da lugar a una fluorescencia característica de algunas enfermedades, principalmente de enfermedades infecciosas (bacterianas y fúngicas, como la pitiriasis versicolor o las tiñas de la cabeza), metabólicas (porfírias), y trastornos de la pigmentación (tanto lesiones hipopigmentadas como hiperpigmentadas). No confirma el diagnóstico pero puede ayudar a establecerlo.